Aunque es cierto que la vida se ha vuelto más cómoda gracias a la tecnología y a un aluvión de descubrimientos científicos, somos mucho menos conscientes de sus efectos negativos en nuestro cuerpo como deberíamos. Casi todo lo que comemos y bebemos ha sido comprometido de una manera u otra; ya sea a través de la utilización de una gran cantidad de conservantes o la inyección de minerales y vitaminas artificiales.
¿Lo sabías?
Ahora tenemos decenas de miles de productos químicos para todo: para limpiar nuestra agua, para mejorar el sabor y prolongar la vida útil de nuestras comidas, para mantener nuestros jardines, para dar brillo a nuestros muebles y también para mantener la humedad de nuestro maquillaje. Se admite que muchos de esos productos químicos son cancerígenos, pero no se ha hecho nada o muy poco para eliminarlos de la industria. No es de extrañar que mucha gente conozca a alguien que padece algún tipo de cáncer o una enfermedad que no solía existir hace 10 años.
La medicina occidental no ha ayudado a concienciar sobre este procedimiento tan importante. Mucha gente sigue considerando la desintoxicación como algo que se hace para dejar el alcohol y las drogas. Sin embargo, en Oriente, la desintoxicación forma parte de la vida normal y se considera un mal necesario para conservar la buena salud y la vitalidad.
Limpieza del cuerpo
Aunque la ciencia nos enseña que nuestro cuerpo limpia sus órganos cada dos meses renovando sus células, nuestro cuerpo tiene que ayudar. Nuestro hígado y el tracto gastrointestinal son responsables de la limpieza de nuestro cuerpo, pero por supuesto, no pueden mantener esta limpieza durante mucho tiempo sin descomponerse. Se ven abrumados, y por eso el cáncer de hígado y el cáncer de colon son las mejores enfermedades del mundo occidental.
Cuando alguien sufre un trastorno en estos dos órganos, la estrategia típica es bombardearle con muchos más fármacos. A veces esto puede hacer más daño que bien. También hay que tener en cuenta que las toxinas y otras sustancias "inocentes" son absorbidas por el cuerpo de más de una manera. Mientras que podemos comer alimentos contaminados con productos químicos y conservantes, también absorbemos toxinas en el aire que respiramos, de las cremas que usamos, del tinte para el pelo que empleamos y de la melancolía que sufrimos.
Recuerde
Necesitaremos filtrar de vez en cuando este bombardeo constante de toxinas y productos químicos nocivos. Necesitaremos tomar vitaminas, fibra, minerales y todas las demás enzimas para mejorar nuestra inmunidad y ayudar a nuestro cuerpo a repararse. Corremos el peligro de ser víctimas involuntarias de esta sobrecarga química. Lo fantástico es que, últimamente, un número creciente de personas se están preocupando por su salud y se decantan por los alimentos y productos ecológicos.
Sin embargo, seguimos necesitando purificar nuestro cuerpo con la carga que le imponemos, de ahí la necesidad de desintoxicación y limpieza de vez en cuando. Los signos reveladores que muestran que el proceso de desintoxicación de tu cuerpo está teniendo problemas suelen ser los siguientes: precedencia de sarpullidos o picores, tos y alergias, irritabilidad y depresión, dolores de cabeza intermitentes, una sensación general de cansancio, fatiga muscular y malestar estomacal. Otros síntomas son las heces malolientes, la diarrea o el estreñimiento, el reflujo ácido o el ardor de estómago.
Conclusión:
Estos síntomas indican claramente una sensibilidad creciente de su hígado o tracto gastrointestinal a una sustancia química o aditivo específico. Si te das cuenta de que sufres alguno de estos síntomas, consulta con un médico o gastroenterólogo. Es posible que le pidan que haga una prueba rápida o que tome algunos laxantes. Estos pueden funcionar, pero sólo a corto plazo. Si decides llevar a cabo una desintoxicación, investiga primero. Hay numerosos programas por ahí que te van a ayudar a empezar tu programa de desintoxicación. Una vez que empieces y creas que los beneficios saludables del programa que has elegido, asegúrate de que eres capaz de mantenerlo e incorpóralo a tu forma de vida.