Un estudio reciente del equipo de Stanford ha concluido que las células inmunitarias envían la señal de lesión muscular para desencadenar la regeneración de las células madre. Las células inmunitarias activan células para la regeneración y reparación muscular, lo que ayudará a tratar dolencias musculares. Los estudios indican que en esas células se ha activado el gen Adamts 1. Se trata de una proteína clave que activa las células satélite en caso de lesión muscular. Pero el Adamts 1 no parece fabricar la proteína en la lesión.
Comencemos
Hay unos glóbulos blancos llamados macrófagos (literalmente significa comedores) que son los responsables de producir la proteína en el lugar de la herida. Se desplazan hasta la herida y la mantienen limpia y sana comiéndose las bacterias, las células muertas y los virus. También liberan proteínas para alertar al sistema inmunitario para que luche contra la enfermedad. Mientras limpian la herida también dan señales al músculo para que se regenere. El Adamts 1 también pellizca una proteína llamada NOTCH que se encuentra en la superficie del satélite. NOTCH sugiere al satélite móvil que permanezca inactivo.
Cuando Adamts 1 destruye NOTCH, el móvil satélite se activa, y comienza a dividirse y transformarse en células musculares. Hay un vínculo directo entre las células que lavan la lesión y también lo indican para comenzar a regenerar y reconstruir el músculo que fue destruido. Este aspecto está presente sólo en los músculos no lesionados. Los macrófagos liberan Adamts 1 que pellizca la proteína de este NOTCH que los mantiene en un estado de reposo.
Entendámoslo
Cuando NOTCH se desactiva, las células empiezan a fabricar músculo nuevo. Los ratones que fueron examinados con este Adamts 1 han demostrado un caso curioso. Se ha visto que tienen más daño muscular y las células madre musculares disminuyen con el tiempo y Adamts 1 se vuelve menos eficaz en la fijación del músculo dañado. Lo más importante es que sólo 1 célula es capaz de enviar señales a las células madre musculares y excitar para distinguir el músculo. Estas células también se conocen como células madre musculares. Éstas permanecen latentes y sólo entran en acción si se produce una lesión y se daña. La función de las células satélite se rompe debido al envejecimiento y a enfermedades como la distrofia muscular.
Estas células satélite se reducen drásticamente en cantidad y ya no pueden dividirse, lo que provoca la degeneración muscular. El estudio también afirma que esto desempeña un papel importante en su activación. La investigación aporta una comprensión profunda de la regeneración muscular, y la fijación que ayudará en el desarrollo de nuevos tratamientos para diversas dolencias musculares.
Conclusión:
Estudios anteriores sobre un gen llamado Adamts 1 sugieren que se enciende con fuerza a partir de las células satélite activadas en comparación con las células que estaban inactivas. Lo más importante es cómo una sola proteína es suficiente para enviar una señal a las células madre musculares y estimularlas y son capaces de diferenciar los músculos. Esto hace que sea un mecanismo natural que puede ser explotado para ayudar a apoyar los esfuerzos de construcción y terapias curativas para mejorar la salud drásticamente.