Un fenómeno frecuente es que cuando una mitad de una pareja que ha estado junta mucho tiempo expira, otra también muere poco después. La explicación habitual e íntima es que se querían tanto que no podían vivir el uno sin el otro. Él o ella murió de "corazón roto", "no podía vivir", "dependía de su pareja".
Entendámoslo
¿Existe una correlación entre la muerte de un cónyuge y la posterior muerte de otro poco después? La teoría es que el deseo de vivir puede tener una influencia específica en el sistema inmunitario. El cerebro encargado de nuestro cuerpo podría tener un mecanismo de desconexión, que puede activarse en determinados casos. Esos casos son como accidentes mortales o enfermedades específicas, en los que la mente sabe que no tendrá capacidad para afrontarlos.
Este mecanismo puede controlar las "células suicidas". Últimamente, las células suicidas, lo que los científicos definen como muerte celular programada (PCD), han constituido la base de la investigación biogenética continua. La PCD es el fallecimiento de una célula mediado por un programa intracelular. Existen tres tipos significativos de PCD. La muerte celular de tipo I se denomina apoptosis. El tipo II es autofágico y el tipo III es la muerte celular necrótica. Las células pueden ser asesinadas por agentes nocivos o recibir la orden de suicidarse.
Tenga en cuenta
Si existe una amenaza para la integridad de un organismo por parte de determinadas células, la PCD es necesaria para destruirlas. Ejemplos típicos de estos casos son: células infectadas por virus, daños en el ADN, células del sistema inmunitario y células cancerosas. En ciertos tipos de células cancerosas, la apoptosis se desencadena por la radiación o las sustancias utilizadas para el tratamiento. ¿Qué hace que una célula opte por suicidarse? El autor considera que es el desequilibrio entre las señales positivas y negativas que envía la mente. Si escasean las señales positivas (no hay ganas de vivir) necesarias para la supervivencia o se envían señales negativas que significan "no hay ganas de seguir viviendo", puede desencadenarse el mecanismo de desconexión.
Se han dado muchos casos de pacientes que se han recuperado tras haber sido claramente diagnosticados de cáncer. Este fenómeno podría explicarse por la estimulación del mecanismo de la PCD mediante señales positivas de "deseo de vivir". A veces, los virus asociados a los cánceres pueden utilizar trucos, como crear una proteína que inactiva la señal de apoptosis. En estos casos, las células cancerosas no sólo seguirán viviendo y proliferando, sino que se volverán más resistentes a la apoptosis.
Conclusión:
Una mayor comprensión de estos trucos y de las moléculas señuelo generadas para proteger a las células cancerosas permitiría a los investigadores reactivar y conquistar esos trucos protectores para poder destruir las células que son peligrosas. El autor también cree que la investigación futura sobre la eliminación y destrucción de las células cancerosas puede llevarse a cabo en dos fases. La primera fase consiste en distinguir, identificar y marcar las células cancerosas. En la segunda fase, el objetivo es desencadenar células suicidas en la región o el conjunto de células elegidos y saltarse la seguridad actual de las células cancerosas. Para ello es fundamental un fuerte apoyo psicológico y familiar. Además, el individuo debe creer y tener esperanza en un futuro sano y brillante.